Vaporización
La tecnología de la vaporización se utiliza para:
Suavizar las fibras de la madera y permitir así una manipulación más sencilla de la materia prima y, por consiguiente, una posible transformación de las tablas.
Estabilizar y permitir un grado de humedad homogéneo en todo el volumen de la madera para agilizar el posterior secado.
Modificar el color natural de la madera, si fuera necesario, a través de un procedimiento que sea natural y no a través de agentes químicos de laboratorio.
Cómo están hechas las instalaciones de vaporización de Termolegno
Las instalaciones de vaporización de Termolegno están formadas por cámaras estancas en el interior de las cuales es posible recrear un ambiente de vapor saturado y en las que la madera se expone a altas temperaturas y a altas humedades. Estas tecnologías activan una transformación de las células de la madera, generando un cambio en su color y permitiendo una gestión más eficiente del proceso de vaporización de la madera. El vapor acuoso se genera gracias a una fuente externa y, por último, se introduce en la cámara para investir el maderamen.
Termolegno y sus tecnologías permiten, además:
El suavizado de los tejidos de la madera, lo que permite una elaboración más sencilla en la enchapadora o en la cortadora para obtener hojas finas de contrachapadao o de chapas decorativas.
Un sucesivo secado regular y sin tensiones dañinas, posible gracias a las condiciones de humedad estables y homogéneas en todo el volumen de la madera.
El cercenamiento de la madera, para lixiviación, de las sustancias solubles que contiene en forma de zumos o de distintos contenidos celulares (azúcares, almidón, taninos, gomas, etc.), disminuyendo, por tanto, el peligro de deterioro por parte de hongos e insectos.